Tengo que reconocer que soy presa fácil para los recuerdos de la infancia. Miro las fotos de cuando éramos niños y ya no hay vuelta atrás, los colores tan saturados que hacen que pareciésemos dibujos animados, la ropa tan rara que llevábamos y todos los lugares que no reconozco, me traen recuerdos que me rondan durante días y con un poco de suerte se materializarán en el momento menos pensado.
La bici como bien más preciado...sin casco, sin rodilleras...sin miedo!! pero con postillas en las rodillas.... Anillo en plata con bicicleta antigua como motivo. Chapa en brillo espejo.
La llegada del otoño vivida con la sana melancolía que se merece y remolinos de hojas secas que lo invadían todo. Anillo en plata con hojas talladas.
Barquitos de papel surcan extensos charcos.....Anillo figurativo en plata con brillo espejo y textura.
Espero que os gusten las pequeñas joyas que he diseñado para evocar ese mundo infantil que aún siendo viejos seguro que no olvidaremos. En breve podré mostraros la segunda hornada de este mundo naíf.
Hasta pronto.